Hoy retomé estudios.
Hoy mi hermana me regaló un desodorante con olor agradable.
Hoy me llamaron para trabajar después de más de un mes.
Hoy mi sobrina mayor me dijo que mañana me despierta a la madrugada para no dormirme el primer día.
Hoy sentí que se me partía el pecho por una conocida al verla llorar por su hermana asesinada.
Hoy escuché mucha gente cuestionarse privilegios, comodidades y posturas por el 8M.
Hoy tomé mate con la madre de mis hijxs y lo sentí agradable.
Hoy estoy sintiendo alegría de ver que todavía soy capaz de sentir más allá de lo que creía.
Salú...
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lunes, 9 de marzo de 2020
jueves, 5 de marzo de 2020
Totora
Te extrañé en el café
En las papas fritas caseras
En las milanesas a sartén seco
En las cicatrices
En la humildad
En tu pensar
En las madrugadas hablando
En tu miedo porqué se venía el fascismo
En tu cabeza en mi pecho
En el sillón que hacía arder
En tu piel suave que se pegaba a la mía
En despertar debajo tuyo
En la paciencia
En el querer
En el sabernos rotos
En tu maternar
En ser
En lo compañera
En tu risa
En tu humor
En el sarcasmo
En el tinto de botella
En el jugo de naranja
En las madrugadas por un beso.
En Bukowski
"Lo que queda es lo que ves
Es duro"
En las papas fritas caseras
En las milanesas a sartén seco
En las cicatrices
En la humildad
En tu pensar
En las madrugadas hablando
En tu miedo porqué se venía el fascismo
En tu cabeza en mi pecho
En el sillón que hacía arder
En tu piel suave que se pegaba a la mía
En despertar debajo tuyo
En la paciencia
En el querer
En el sabernos rotos
En tu maternar
En ser
En lo compañera
En tu risa
En tu humor
En el sarcasmo
En el tinto de botella
En el jugo de naranja
En las madrugadas por un beso.
En Bukowski
"Lo que queda es lo que ves
Es duro"
La fortuna
Sigo sin entender mucho de la fortuna que toca y la no tanta...
La tenacidad de mis hermanas y mi hermano por hacer de nuestra familia, una de las cosas más hermosas y complejas del universo; cargado de una explosiva mezcla de locura, dulzura, acidez y amor sincero.
Las sobrinas que son unas ternuritas alocadas.
Las tías que son de fierro y terciopelo.
Los enanos: que son increíbles!
Que tuvieron la fortuna solo de ellos de tener a la colo a su lado, la persona que más admiré cómo madre.
Que son ellos; lo que fuimos con ellos, lo poco, lo mucho, lo que pudimos, lo que decidimos, acertados, equivocados, cada uno por su lado aveces y otras tantas juntos, convencidos, aprendiendo.
Las felicidades, logros, amarguras, desilusiones... Cómo transformarlas.
Día a día veo que tienen un mundo por andar, por destruir y volver a armar... Ojalá lo hagan.
La fortuna de haber vivido al cabeza.
Cuando en momentos de no lucidez rescataron al tipo que no es serio, embargando hasta el último suspiro de bienestar. ¿Qué sería de éste si no hubieran estado las flores violetas del rincón derecho de la ventana ahí?
Fortuna de haberme roto, no una, fueron cientos de veces y vi, y sentí, y me armé y aveces me armaron, y no siempre fui agradecido, hoy lo hago y pido las disculpas por eso.
Fortuna de haber encontrado un compañero, que después fue amigo, que hoy se brinda casi que sin darse cuenta con ese cariño, que le brota simplemente por ser él. Esos consejos paternales que dió muchas veces para y cuando éste terco que escribe precisó. Sin darme cuenta adopté algunos de sus gestos.
Lo notó una amiga, amiga que me restauró la sonrisa y que me desvela con la suya. Me devolvió la sonrisa a lo cotidiano, a lo simple, a todo. Mujer qué me desempolvó, con sus historias, con lo suyo vivido. Casi que sin querer me llevó a ver la manera de llevar los vínculos viciados.
En el reencuentro con mí hermano; que siempre estuvo, cómo le salía, con su frase de que en las cuestiones del corazón las cosas van en intensidad y no marcadas por el tiempo y que quizás solo me faltaba reposiciónar mi manera de vernos al mundo, cómo con la Carmen.
Haberme encontrado viviendo con una enana loca que se fue a volar y soñar por Europa.
De los pibes de la infancia no sana que nos hizo y algunos que faltan.
De los amigos que nos criamos y están por dar a luz un niño con el nombre del tío Tito.
De los cachos de corazón que se fueron temprano y dejaron su huella.
Fui la mayorías de las veces parte de la no tanta fortuna para casi todos, hoy que no es tarde lo veo, salú.
La tenacidad de mis hermanas y mi hermano por hacer de nuestra familia, una de las cosas más hermosas y complejas del universo; cargado de una explosiva mezcla de locura, dulzura, acidez y amor sincero.
Las sobrinas que son unas ternuritas alocadas.
Las tías que son de fierro y terciopelo.
Los enanos: que son increíbles!
Que tuvieron la fortuna solo de ellos de tener a la colo a su lado, la persona que más admiré cómo madre.
Que son ellos; lo que fuimos con ellos, lo poco, lo mucho, lo que pudimos, lo que decidimos, acertados, equivocados, cada uno por su lado aveces y otras tantas juntos, convencidos, aprendiendo.
Las felicidades, logros, amarguras, desilusiones... Cómo transformarlas.
Día a día veo que tienen un mundo por andar, por destruir y volver a armar... Ojalá lo hagan.
La fortuna de haber vivido al cabeza.
Cuando en momentos de no lucidez rescataron al tipo que no es serio, embargando hasta el último suspiro de bienestar. ¿Qué sería de éste si no hubieran estado las flores violetas del rincón derecho de la ventana ahí?
Fortuna de haberme roto, no una, fueron cientos de veces y vi, y sentí, y me armé y aveces me armaron, y no siempre fui agradecido, hoy lo hago y pido las disculpas por eso.
Fortuna de haber encontrado un compañero, que después fue amigo, que hoy se brinda casi que sin darse cuenta con ese cariño, que le brota simplemente por ser él. Esos consejos paternales que dió muchas veces para y cuando éste terco que escribe precisó. Sin darme cuenta adopté algunos de sus gestos.
Lo notó una amiga, amiga que me restauró la sonrisa y que me desvela con la suya. Me devolvió la sonrisa a lo cotidiano, a lo simple, a todo. Mujer qué me desempolvó, con sus historias, con lo suyo vivido. Casi que sin querer me llevó a ver la manera de llevar los vínculos viciados.
En el reencuentro con mí hermano; que siempre estuvo, cómo le salía, con su frase de que en las cuestiones del corazón las cosas van en intensidad y no marcadas por el tiempo y que quizás solo me faltaba reposiciónar mi manera de vernos al mundo, cómo con la Carmen.
Haberme encontrado viviendo con una enana loca que se fue a volar y soñar por Europa.
De los pibes de la infancia no sana que nos hizo y algunos que faltan.
De los amigos que nos criamos y están por dar a luz un niño con el nombre del tío Tito.
De los cachos de corazón que se fueron temprano y dejaron su huella.
Fui la mayorías de las veces parte de la no tanta fortuna para casi todos, hoy que no es tarde lo veo, salú.
martes, 3 de marzo de 2020
Vientito lindo
El viento haciéndolo otra vez, transformándose. Ésta vez en sonido. No lo hace solo, lo hace con las hojas de los árboles, después de pasar seguirá siendo solo viento.
Pero viento que supo ser sonido, agradable o molesto eso lo decide cada oído.
El futuro yo está viéndo a través de mis memorias, sabe de autocrítica, siempre subjetiva. Creo que con el diario del lunes todo se hace más sencillo ¿no?
Sabe que tengo más conversaciones con mi cerebro que con otras personas.
Sabe que tengo más conversaciones con mi cerebro que con otras personas.
Sabe que diálogo solo, en voz alta, planificando cosas fantásticas, caminando en la calle, yendo acompañado. Eso resulta en miradas con miedo de enanos gigantes.
También sabe que un montón de veces no me pude hacer creer, pero era real.
De mis intenciones, de mis anhelos.
De mis intenciones, de mis anhelos.
Las vergüenzas, los auto reproches, lo que callé.
De las noches disfrutadas en estrellas.
De las sombras que corro a abrazar en cada traspiés.
La ternura que inunda lo rancio.
Lo inmaduro que facilita.
Lo idiota que se es.
De las noches disfrutadas en estrellas.
De las sombras que corro a abrazar en cada traspiés.
La ternura que inunda lo rancio.
Lo inmaduro que facilita.
Lo idiota que se es.
Maquína
Observar el martillo opaco.
Siendo creador de brillos viejos
¿Será hora de salir?¿Los tibios harán?
¿Esperamos el primer último suspiro?
Siendo creador de brillos viejos
¿Será hora de salir?¿Los tibios harán?
¿Esperamos el primer último suspiro?
Él, paralelismo antagónico
Él, que sabe algo de sentires
Él, que todo calculá
Él, inocente que cree
Que se consuma el tiempo
Lo más rápido posible, que termine.
De que no se consuman las energías.
Todavía hacen latir.
Quedarse bien quietito.
Rasga, agota, maquína.
Recuerdos de pasados similares.
Observar la cuerda seductora
El hueco oscuro, tambor en fondo.
¡Tack!
Pensar en las veces que fallé
Pensar en las veces que brindé
Pensar en la soledad que convoco
La traspasan los enanos
Y algunas brisas
Y algunas brasas
¿Y los demás?
¿Y los brindados?
Los fui alejando, errante
A veces a metros
A veces a kilómetros
A veces a tiempo.
Envidio y no sanamente al que lo hace a sabiendas.
Recuerdos, que viven acá.
Cuántas veces priorice, errante.
Observar el martillo opaco.
Pensar hacerlo brillar... casi constantemente.
Cuántas veces extrañaré descansar en un abrazo.
Espero que en el último suspiro me lleve ahí.
¿De atrás para delante conmigo?
Hace como dos meses me asusté...
Me asusté porqué había alguien en mi mente, en mi vida, con semejante poder cómo para quitarme los pies del suelo, como para apuntar y efectuar un disparo de lamento, de angustia, desencuentro, de cobardía, de ahogo, de vacío.
Fue un desenfreno de sentimientos, una imagen que lo identificaría serían tus olas en rambla sur, en esos días de fuertes tempestades. De mar revuelto, de espumas salpicando, de reventar en murales inamovibles, de olas que van y que vienen.
"Me mezo, me alzó, me chocó y eclosióno" así como describíste, olas de rambla sur, en esos días.
Algo que era sublime, podía hundirte.
Así y todo no dejaste de ser nuestros momentos más íntimamente favoritos.
Realmente me asusté cuando volviste, volví a tocar mi fragilidad... cuando en tus brazos me meciste ese 26 de diciembre.
Para luego entrar en pánico en tu nueva partida, revivir(lo)
En tu presente ausencia ésta vez sí, siendo consciente, mentí, me mentí y te mentí, use a una hermosa e inocente persona , para ello, personificar en ella todas las seguridades que no tenía en mí, ni en ti, fue tan aberrante el despojo emocional que quise producirte que me inspiré para escribir pensando en que dolería más en vos, para que me odies, para que te alejes, para no seguir siendo frágil ante vos, para que abandones los patios de mi alma, esos que inundabas con tu gracia, con tu olor, esos que fueron mi escondite de siempre pero, era tan grande tu amor que los paseabas y abrías las ventanas, sin un concentimiento, pero hermosamente correcto.
En tu presente ausencia ésta vez sí, siendo consciente, mentí, me mentí y te mentí, use a una hermosa e inocente persona , para ello, personificar en ella todas las seguridades que no tenía en mí, ni en ti, fue tan aberrante el despojo emocional que quise producirte que me inspiré para escribir pensando en que dolería más en vos, para que me odies, para que te alejes, para no seguir siendo frágil ante vos, para que abandones los patios de mi alma, esos que inundabas con tu gracia, con tu olor, esos que fueron mi escondite de siempre pero, era tan grande tu amor que los paseabas y abrías las ventanas, sin un concentimiento, pero hermosamente correcto.
Ahora estoy asustado pero ya no de eso, ahora estoy asustado de haber huido, de sabernos tarde, de extrañarte en las entrañas, en la piel, en el aire, en el todo.
Me desvelo la mayoría de las madrugadas pensando si me pensará...
(Que baratería de palabras si las habrá, pero éste inverbe no encontró otras)
(Que baratería de palabras si las habrá, pero éste inverbe no encontró otras)
Hoy ya no tengo patios para refugiarme del afuera, quedé desnudo y vos en la distancia.
Estás en todos lados, todavía.
Lloro, y lloré, hasta que terminé de hacer mierda esos patios, la sensación de vacío en lo alto de mi garganta me es una puntada enorme, que me empaña los ojos, me deja sin voz hasta para hablar con mi cerebro.
Estás en todos lados, todavía.
Lloro, y lloré, hasta que terminé de hacer mierda esos patios, la sensación de vacío en lo alto de mi garganta me es una puntada enorme, que me empaña los ojos, me deja sin voz hasta para hablar con mi cerebro.
Que equivocado que estaba de dejarte en ese lugar, ideal, ahora yo no soy quien te puede sacar, eso solo lo puedes hacer vos, sé que no lo harás, te conozco, sé lo que dolió y fue mucho, sé que tuve un éxito inaudito en querer fracasar, en qué me odies con cada uno de tus suspiros y más.
Hoy no soy capaz de ser, lo que alguna vez.
"Te abrazo fuerte. De esos abrazos donde podés descansar."
Sí, me siento capaz de sentir esos abrazos, todavía. Hacen falta.
Sí, me siento capaz de sentir esos abrazos, todavía. Hacen falta.
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