Hace como dos meses me asusté...
Me asusté porqué había alguien en mi mente, en mi vida, con semejante poder cómo para quitarme los pies del suelo, como para apuntar y efectuar un disparo de lamento, de angustia, desencuentro, de cobardía, de ahogo, de vacío.
Fue un desenfreno de sentimientos, una imagen que lo identificaría serían tus olas en rambla sur, en esos días de fuertes tempestades. De mar revuelto, de espumas salpicando, de reventar en murales inamovibles, de olas que van y que vienen.
"Me mezo, me alzó, me chocó y eclosióno" así como describíste, olas de rambla sur, en esos días.
Algo que era sublime, podía hundirte.
Así y todo no dejaste de ser nuestros momentos más íntimamente favoritos.
Realmente me asusté cuando volviste, volví a tocar mi fragilidad... cuando en tus brazos me meciste ese 26 de diciembre.
Para luego entrar en pánico en tu nueva partida, revivir(lo)
En tu presente ausencia ésta vez sí, siendo consciente, mentí, me mentí y te mentí, use a una hermosa e inocente persona , para ello, personificar en ella todas las seguridades que no tenía en mí, ni en ti, fue tan aberrante el despojo emocional que quise producirte que me inspiré para escribir pensando en que dolería más en vos, para que me odies, para que te alejes, para no seguir siendo frágil ante vos, para que abandones los patios de mi alma, esos que inundabas con tu gracia, con tu olor, esos que fueron mi escondite de siempre pero, era tan grande tu amor que los paseabas y abrías las ventanas, sin un concentimiento, pero hermosamente correcto.
En tu presente ausencia ésta vez sí, siendo consciente, mentí, me mentí y te mentí, use a una hermosa e inocente persona , para ello, personificar en ella todas las seguridades que no tenía en mí, ni en ti, fue tan aberrante el despojo emocional que quise producirte que me inspiré para escribir pensando en que dolería más en vos, para que me odies, para que te alejes, para no seguir siendo frágil ante vos, para que abandones los patios de mi alma, esos que inundabas con tu gracia, con tu olor, esos que fueron mi escondite de siempre pero, era tan grande tu amor que los paseabas y abrías las ventanas, sin un concentimiento, pero hermosamente correcto.
Ahora estoy asustado pero ya no de eso, ahora estoy asustado de haber huido, de sabernos tarde, de extrañarte en las entrañas, en la piel, en el aire, en el todo.
Me desvelo la mayoría de las madrugadas pensando si me pensará...
(Que baratería de palabras si las habrá, pero éste inverbe no encontró otras)
(Que baratería de palabras si las habrá, pero éste inverbe no encontró otras)
Hoy ya no tengo patios para refugiarme del afuera, quedé desnudo y vos en la distancia.
Estás en todos lados, todavía.
Lloro, y lloré, hasta que terminé de hacer mierda esos patios, la sensación de vacío en lo alto de mi garganta me es una puntada enorme, que me empaña los ojos, me deja sin voz hasta para hablar con mi cerebro.
Estás en todos lados, todavía.
Lloro, y lloré, hasta que terminé de hacer mierda esos patios, la sensación de vacío en lo alto de mi garganta me es una puntada enorme, que me empaña los ojos, me deja sin voz hasta para hablar con mi cerebro.
Que equivocado que estaba de dejarte en ese lugar, ideal, ahora yo no soy quien te puede sacar, eso solo lo puedes hacer vos, sé que no lo harás, te conozco, sé lo que dolió y fue mucho, sé que tuve un éxito inaudito en querer fracasar, en qué me odies con cada uno de tus suspiros y más.
Hoy no soy capaz de ser, lo que alguna vez.
"Te abrazo fuerte. De esos abrazos donde podés descansar."
Sí, me siento capaz de sentir esos abrazos, todavía. Hacen falta.
Sí, me siento capaz de sentir esos abrazos, todavía. Hacen falta.
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