Despertar con la voz del chino explotando el cerebro es algo extraño...
"Y mi memoria
ya no me ayuda
para recordar
¿Vos qué hacías?
¿Cuál era tu historia?
Y mis orejas ya no escuchan
el timbre de tu voz
vomitando toda tu verdad."
Cada sílaba va chocando con las pocas neuronas que no quieren andar, están cansadas, aburridas y podridas. De la diaria, de los reproches de los sentires, de la hipocresía por falta de sinceridad conmigo mismo, de tener que ir por dónde van mis pies, soportar caminar lo que no quieren.
Despertar vacío, sin ganas de andar ni desandar. Así, un asco.
Despertar vacío, sin ganas de andar ni desandar. Así, un asco.
En estos últimos metros vívidos cuestiono cada paso, me crítico y reprocho a diario.
Me alejé del ruido, de la felicidad y seguridad envasada, me repienso, me despellejo para que los queridos vean más adentro, pero solo lo que puedo ir arrebatándole a lo olvidado.
Me alejé del ruido, de la felicidad y seguridad envasada, me repienso, me despellejo para que los queridos vean más adentro, pero solo lo que puedo ir arrebatándole a lo olvidado.
Aveces me gustaría no pensar...
Por eso viaje en un submarino, un submarino de esos amarillos, cómo el de los Beatles, ese que libera lo que no mostramos, el que te deja a merced de lo que tenemos dentro.
En el que viajan quienes y como queremos, en el que mis neuronas, mis sentires y mis pies no tuvieron lugar a conflictos.
En realidad me dejé llevar para disfrutar un instante, creo. Una delicia de instante.
No recuerdo ni cómo llegué ahí, lo que sí es seguro lo necesitaba, me necesitaba, me tenía que encontrar y saber que siempre hay gente que sí.
Por eso viaje en un submarino, un submarino de esos amarillos, cómo el de los Beatles, ese que libera lo que no mostramos, el que te deja a merced de lo que tenemos dentro.
En el que viajan quienes y como queremos, en el que mis neuronas, mis sentires y mis pies no tuvieron lugar a conflictos.
En realidad me dejé llevar para disfrutar un instante, creo. Una delicia de instante.
No recuerdo ni cómo llegué ahí, lo que sí es seguro lo necesitaba, me necesitaba, me tenía que encontrar y saber que siempre hay gente que sí.
Al despertar seguían ahí, los conflictos, cómo antes. Pero algo sí había cambiado, estaba la gente que sí todavía ahí. Y yo ya había disfrutado, me había disfrutado a pleno, sin consumir felicidad y seguridad envasada.
Solo precisaba volver a ser yo para pisar en firme otra vez, ya era hora.
¿Problemas?.
Cómo todos, pero con todo. Mi sombra me entiende, me escupe y me muerde diría el poeta de manos vacías.
Cómo todos, pero con todo. Mi sombra me entiende, me escupe y me muerde diría el poeta de manos vacías.
Lo que sí mejoro a cada paso la consecuencia de lo pensado en palabras, ojalá algún día en realidades.
¿Es qué cuesta tanto escuchar?, aveces.
Es más fácil escuchar el resto de la canción, así, simple, adentro.
"Libertad para pensar.
Libertad para dudar de tus palabras."
Libertad para dudar de tus palabras."
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